Ah, la Navidad. A la que uno se descuida, o asesina a sus congéneres por sobreexposición a las radiaciones familiares o desborda en amor blandengue del tipo algodón de azucar. Por suerte para nosotros, pericos, nada como un buen partido de fútbol para volver a la realidad. A la cruda realidad...
Valencia 2 – RCDE Espanyol 1
Somos unos tíos gafes. Miren, cuando veo un partido de fúrgol por televisión con mi pareja, la conversación se inicia de este modo, y no les engaño ni es una cosa de esas literarias:
Ella (se incorpora 20 minutos después de iniciarse el partido) - ¿Cómo vais?
Yo: - 0-0
Ella: ¿Y qué tal?
Yo: Bien, estamos jugando bien.
Ella: Ah vale, entonces ahora os meterán un gol.
Bingo. Vamos a la segunda parte:
Ella (faltan 5 minutos para acabar el partido): – ¿Cómo vais?
Yo: 1-1, pero este partido lo ganamos, estamos jugando bien, solo nos falta…
Ella (me interrumpe): - Ya sabes que os van a meter un gol en el último minuto, ¿no?
¿Qué hago? Es una santa y además tiene poderes. Los poderes que le otorgan ser pareja de un seguidor del Espanyol.
Ella (se incorpora 20 minutos después de iniciarse el partido) - ¿Cómo vais?
Yo: - 0-0
Ella: ¿Y qué tal?
Yo: Bien, estamos jugando bien.
Ella: Ah vale, entonces ahora os meterán un gol.
Bingo. Vamos a la segunda parte:
Ella (faltan 5 minutos para acabar el partido): – ¿Cómo vais?
Yo: 1-1, pero este partido lo ganamos, estamos jugando bien, solo nos falta…
Ella (me interrumpe): - Ya sabes que os van a meter un gol en el último minuto, ¿no?
¿Qué hago? Es una santa y además tiene poderes. Los poderes que le otorgan ser pareja de un seguidor del Espanyol.
La pelota, la portería
Según la wikipedia, ese repositorio que otorga conocimiento inmediato sobre lo banal en segundos (según su proveedor de servicio de Internet), es una “acción que (...) consiste básicamente en hacer que una pelota cruce una línea o entre en una portería defendida por el equipo contrario. Habitualmente, cada gol vale un punto.”.
Hasta aquí bien. Ahora viene lo más importante, como conseguir que tus jugadores sean capaces de hacerlo. Pochettino, en mi modesta opinión de perico que aún lleva el disgusto por el partido de ayer; hace todo lo que esta en su mano. Monta una defensa con los mimbres que tiene, apuntala el medio campo y pone encima del campo a los jugadores que mejor la tocan para que tengan oportunidades de gol.
Pero él no puede hacer el gol. Y ellos quieren pero no pueden. El plan era bueno: cruzar las líneas, dar un golpe de mano y quitarles el toro.
El próximo día que falles un gol, bajo al campo y te corto el pelo, Callejón. A lo José Sacristan en la Vaquilla. Avisado estas.
A remontar
Menos Puta Barça y más estar encima del equipo, presionar al árbitro (ya vimos ayer la recompensa final en Mestalla) y llenar el campo. Eliminar a los colchoneros es una muy necesaria dosis de autoestima. Para el equipo y para nosotros. Todos al campo a liarla, en el buen sentido, ojo.
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